Un trabajo con el que la banda se reconcilia con la vida a través de himnos rock, punk y pop que van directos al grano desde el inconformismo y la esperanza.
El álbum, editado por Vanana Records, ya está disponible en todas las plataformas digitales y en formato físico en vinilo y CD a través de la web del sello y en tiendas de música seleccionadas.
El propio grupo explica así cómo llegaron ellos a la conclusión de que se puede ganar perdiendo: “Este disco ha convivido con una etapa vital muy jodida para los cuatro. Hemos estado en el límite, muy cerca del abismo. Depresiones, crisis de fe e incluso un par de tentativas de acabar con nuestras vidas. Es duro, pero es importante explicarlo. No parecía tener nada que ver con la propia banda: paradójicamente, estábamos viviendo la mejor etapa musical de nuestras vidas. Nos revelábamos contra esta realidad mientras que algo se repetía en nuestras cabezas: ganar y perder, ganar y perder… Cada vez que algo nos salía bien, la vida nos daba un tortazo. Con cada mala experiencia, conseguíamos caer de pie y obtener algo positivo. Ganábamos Perdiendo. De alguna manera estas emociones tan contradictorias se fueron filtrando y acabamos comprendiendo lo que teníamos que explicar. Ganamos Perdiendo. Ahora decimos que la vida no es cuestión de ganar o perder, sino de lo que está justo en medio, y todo ese camino lo explicamos en este disco”.
“Ganamos Perdiendo” incluye 11 canciones donde encontramos adelantos como “Roma Caerá”, “Natural para Vogue”, “El Espacio”, “Me Das Asco” o la recién lanzada “Drama en el Sonorama”, en homenaje al festival donde decidieron formar su proyecto. Completan el disco temas inéditos como “Soldado Universal”, “Cristales Rotos”, “Fleabag (Gente Mal)”, “El Nuevo Orden”, “Penas y Lamentos” o la explícita “Tus Putas Canciones”, que se presenta ahora como nuevo single del álbum y para la cual han lanzado un nuevo videoclip que ya se puede ver en su canal de YouTube. En general, un trabajo más maduro y reposado que su predecesor donde Anabel Lee ha fluido emocionalmente sin ningún tipo de autocensura, haciendo evolucionar las guitarras y permitiendo incluso que aparecieran sintetizadores, teclados Hammond y hasta ideas de trompetas.