Manuel Carrasco presentaba anoche en el Muelle de Cádiz su nuevo tour «Corazón y Flecha» con todas las entradas vendidas desde hace meses.

Pasadas las diez de la noche el artista aparecía sobre el escenario, decorado con un gran corazón atravesado por una flecha, dando comienzo a el show lanzando una flecha al aire que explotó formando un efecto pirotécnico. Conjuntamente la banda comenzó a tocar, el tema «Corazón y Flecha», entre el fuego que salía por los cañones del escenario.

Un concierto de más de dos horas en las que el onubense se entregó en cuerpo y alma a Cádiz a pesar de haber tenido un percance, según contó, el día anterior que casi le imposibilita estar allí. La altas temperaturas no impidieron que el público disfrutara coreando y bailando cada tema que iba sonando durante todo el espectáculo.




Manuel regaló sus grandes éxitos “Qué bonito es querer”, “No dejes de soñar”, “Hay que vivir el momento”, “Tambores de guerra” o “Que bonito es querer” donde se lanzaron globos de colores a el público. Uno de los grandes momentos fue cuando Manuel Carrasco se queda a solas en el escenario con su guitarra acústica para interpretar “Cai” , pero sin duda el instante más intimo y sensible de la noche se produjo con sus temas  «Soy Afortunado», «Que Nadie» y «Mujer de Las Mil Batallas» donde estuvo acompañado solo por su piano.

Con el single “Hasta Por La Mañana” llegaba el final del concierto mientras todo el mundo saltaba y bailaba, pero esta no iba ser la despedida. Acompañado 0de su guitarra el artista  dedicó los últimos minutos a cantar “por Martínez Ares” la presentación de El Perro andalú y el final del popurrí de Los sumisos.