Tras el embriagador aroma de «Mi cuello», la jienense María Guadaña nos sigue enamorando con «Amor», el segundo adelanto de su esperado LP «Hermana Bruja», que verá la luz a finales de abril.
En su primera canción de amor, la artista invoca ecos de Lhasa de Sela, Laura Marling y Fink, meciéndonos suavemente como una nana barnizada en romanticismo.
«Será que a la tercera va la vencida, porque no ha sido hasta el tercer disco que no he compuesto una canción de amor. Mi primera canción de amor», confiesa María Guadaña sobre este nuevo sencillo, segundo adelanto de su tercer trabajo discográfico tras las buenas sensaciones sembradas por «Remedios Paganos» y «Latidos y Culebras». «Porque una cosa es la pasión, y el sexo, y la oxitocina (como en aquella canción de mi primer disco); pero otra bien distinta es amar y ser amada sin toxicidades ni chantajes. Ya lo decía Calamaro: debería estar prohibido haber vivido y no haber amado». Nuestra querida «Hermana Bruja», que así se llamará ese tercer LP en camino, siempre tan rotunda en sus declaraciones.
Si en «Mi cuello», el primer aperitivo al que pudimos hincarle el diente del festín sonoro por llegar en abril, María Guadaña describía los primeros momentos del enamoramiento, en este «Amor», según también sus propias palabras, nos habla «de la fuerza que te da estar bien acompañada, de la complicidad, de la ternura y tener claro que no hay juego sucio. Paz sin miedo. Envidio a quién pudo encontrar esto en su primera amor, a mi me ha costado más de media vida».
Más allá de lo que nos describe su debut al 100% en las canciones de amor, en este nuevo sencillo nos sorprende su sonido descarnado, sin apenas florituras, y ese ritmo hipnótico, casi de nana, que embelesa de principio a fin. «Tenía clarísimo que debía ser acústica, lo más cruda posible», nos reconoce. Y no duda en añadir también: «El hecho de haber grabado todos los músicos a la vez le otorga un balanceo que me encanta, un vaivén orgánico. La referencia obvia de esta canción es Lhasa de Sela, la proximidad del sonido, la crudeza delicada, sin parafernalias ni aderezos, palabras que nacen directamente del centro del alma. No descarto otras influencias no conscientes, como Vera Sola, Laura Marling o Fink».
De nuevo con la complicidad de Chavi Ontoria (Los Saxos del Averno, Freedonia) en la producción y Paco Lamato (Happy Place) en las mezclas, María Guadaña nos sigue descubriendo más perlas de ese collar de canciones sublimes engarzado con tanto talento como cariño y que, insistimos, nos llegará esta próxima primavera bajo un título de lo más revelador: «Hermana Bruja».